Peru alberga una de las más extensas variedades de artes y artesanías del mundo. Tierra de grandes artesanos que se han comunicado a través de su arte y logrado sobrevivir años de dificultades económicas, inestabilidad política e insurgencia armada que marcó sus vidas y la historia del Peru hasta años recientes.
Obras de arte, grandes y pequeñas, en donde las tradiciones Incas y los temas de la sierra se funden con la religión impuesta sobre ellos, utilizando un lenguage basado en elementos claves como fertilidad (Pachamama, madre tierra), abundancia y fé en el futuro.
La cultura Paracas pertenece al periodo de Paracas Necrópolis, tiene como riqueza más resaltante sus textiles, ya que constituye una expresión cultural de máxima belleza. Estos textiles se presenciaban desde la época de la conquista, ya que se ofrecían textiles como parte integral de negociaciones diplomáticas y militares. Los textiles o Mantos de Paracas presenta un trabajo muy fino, con gran cantidad de diseños y múltiples colores, siendo utilizados en los entierros. Los tejidos se caracterizaron mayormente por sus múltiples colores, dibujos ornamentales demoníacos y divinidades zoomorfas. Estos mantos podían medir desde 20 metros de largo por 4 metros de ancho.
Entre los mantos que más se destacaban de modo especial era la de los tejidos con lana de alpaca y algodón bellamente adornados con plumas y pelos. El tipo de tejido conocido en la fase caverna era la estameña como también los bordados de punto llano con hilos de lana sobre tejido de algodón junto a los colores naturales de la lana y el algodón, blanco y pardo, existían para esto dos matices de rojos y un azul verdoso. Los tejidos de algodón se acostumbraban a usarse como velo, que servia como mascara para las momias. Los colores variaban entre distintos tonos de amarillo o marrón y un poco de rojo.
Los restos encontrados de esta civilización nos demuestran que los Paracas fueron expertos tejedores, presentaban en su trabajo mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color. Las telas el cual se elaboraron estos mantos fueron a base de algodón y lana de camélidos como la llama, vicuña y alpaca.
Las representaciones que se puede apreciar en las mantas son mayormente de personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes con dos cabezas con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc. Como también diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores, etc.
*PIERANTONI Antonio Cultura Paracas: treinta siglos de año textil. * Tejidos del Perú antiguo / Textiles of ancient Peru/libro cronológico a través de 3000 años de historia textil, por medio de los tejidos más sobresalientes de cada una de las culturas precolombinas peruanas.
Hito: LAS DOS ESCUELAS PINTORESCAS MÁS IMPORTANTES
La escuela Limeña y la escuela Cusqueña
La llegada de la pintura al nuevo mundo se dio a través de los barcos quienes navegaron estando adornados con símbolos santos. Estas pinturas no sólo sirvieron para decorar algunas iglesias sino también para la instrucción de conversión. Según registros el primer cuadro realizado fue por el español DIEGO DE MORA, capitán de milicias y pintor, a quien se le conoce como el precursor de la pintura europea en el virreinato del Perú. Este pintor dejó en una de sus grandes pinturas un retrato del INCA ATAHUALPA en Cajamarca. La pintura en el virreinato floreció con los pintores llegado a Lima. Se instalaron grandes talleres de enseñanza donde se formaban pintores, posteriormente maestros, y junto con ellos algunos pintores indígenas.
La aparición de dos núcleos artísticos en el Perú fue una de las características fundamentales de la pintura durante el virreinato. Una de las escuelas culturales nació en Lima, la nueva capital administrativa. Así mismo en el Cusco se desarrollo otro ambiente cultural.
La pintura en Lima hasta finales del siglo XVII se debatió entre el manierismo de abolengo italiano, la influencia flamenca y el gusto por el barroco español. El influjo barroco, particularmente de FRANCISCO DE ZURBARAN ayudo a acentuar el gusto de la pintura limeña por el realismo y los afectos del claroscuro. Por el contrario, la pintura caballete en Lima estaba fuertemente influenciada por la pintura flamenca, más cerca hacia lo académico y con intencionalidad dinámica, motivo por el cual no tubo mucha acogida por el claroscurismo. Las hagiografías o vidas de los santos ocuparon un lugar importante en la temática pictórica en la capital del virreinato. Sin embargo, no es sino hasta el siglo XVII en que se empieza a percibir lo que hoy en día conocemos como la Escuela Limeña. Paulatinamente empezaron a surgir rasgos particulares identificables solo en las obras de los pintores de la capital, estas peculiaridades las hacían diferentes de otras pinturas de las distintas ciudades del Perú y de las indias españolas. El historiador del arte JORGE BERNALES BALLESTEROS distingue dentro de estas características “La práctica de naturalismo suave, sin estridencias, armonía de colores y alguna indecisión de perfiles; alhajes e interiores de tendencias a las tonalidades rojizas, figuras de movimientos sencillos de acciones tratadas con decoro y realzadas por vestiduras hechas con pliegues amplios y elegantes; la luz suele destacar los objetos principales y lso fondos son tratados sin muchas complicaciones”. Otro rasgo percibido es la dulzura de los rostros no muy expresivos de los santos y de las vírgenes, que seguramente despertaban una suave y profunda religiosidad en la población virreinal limeña de finales del siglo XVII.
La visión de La Escuela Limeña seguía las reglas artísticas de los maestros del viejo mundo. Durante el siglo XVII RUBENS, gran proveedor de temas pintorescos y ZURBARAN representaron una gran fuente de inspiración para Lima. Actualmente existen tres series atribuidas a ZURBARAN en Lima. La primera, “los siete arcángeles” la cual se conserva en el monasterio de la concepción. Esta serie se trata de una estupenda colección que servirá de inspiración, según el historiador PACHECO VELEZ, a los arcabuceros de la pintura virreinal. La segunda serie de 15 óleos es un apostolado en el convento de San Francisco. Finalmente, la última serie corresponde a retratos de tamaño natural, “los santos fundadores de las ordenes”, que se guarda en el convento de La Buena Muerte.
Durante el siglo XVIII, Lima continuó produciendo pinturas barrocas de gran influencia hispana. Sin embargo el arte ya no fue exclusividad de la iglesia. La corte virreinal y la nobleza tuvieron acceso a la pintura a través de los retratos. Estas pinturas eran más festivas y con un lenguaje pictórico mucho más profuso que el del siglo anterior. Las pinturas de Cristóbal de Lozano y Cristóbal de Aguilar son las más afamadas, pues retrataron a los virreyes más importantes del siglo de las luces.
Por otro lado, El Cusco, la antigua sede imperial del Tahuantinsuyo incaico, estuvo destinada a ejercer durante el Virreinato un papel de primer orden en el universo de las artes. Corazón y eje de la vida cultural, social, eclesiástica y política del sur del Perú, durante aquellos trescientos años de influencia ibérica plasmó en la arquitectura, escultura, orfebrería y particularmente en pintura un perfil que definió el carácter mestizo de una tensa y dramática simbiosis hispano indígena cuya expresión mayor se manifestó en la vasta corriente plástica de la segunda mitad del siglo XVII y del siglo XVIII a la que tradicionalmente se ha llamado como "Escuela Cusqueña de Pintura".La prestigiosa Escuela de Pintura Cusqueña o Pintura Colonial Cusqueña, se caracteriza por su originalidad y gran valor artístico. Fue el resultado de la unión de dos culturas, la clásica europea y el anhelo de los pintores indígenas, criollos y mestizos de la Indias de expresar su realidad y su visión en el arte sacro. Es la única en el mundo que estofa con láminas de oro, pintando directamente sobre este metal. Existen maravillosas representaciones de este estilo de arte. La pintura era generalmente realizada por encargo y el donante era retratado en la esquina inferior del cuadro. Sin embargo, la reproducción de imágenes que provenían de grabados, estampas o libros de devoción, no eran meras copias. Por el contrario, eran obras originales con propias características. No sólo se encuentran en ellas elementos de las propias costumbres indígenas, sino también paisajes foráneos, ajenos al entorno cultural del Perú virreinal. La incorporación de paisajes flamencos y de corte renacentista, con su exuberancia de flores y pájaros, son, por ejemplo bastantes frecuentes. Incluso se han encontrado lienzos con temas mitológicos y alegóricos renacentistas.
Dentro de la Escuela Cusqueña se tiene a grandes pintores destacados como B.BITTI e el siglo XVII; DIEGO QUISPE TITOY BACILIO SANTA CRUZ PUMACALLAO en el siglo XVIII. El hermano jesuita B. BITTI, llegó a la ciudad imperial en 1583, quien dejaría una profunda huella a lo largo de mas de un siglo. Su enseñanza estuvo a la base de la pintura colonial peruana, en particular de la cusqueña. Su arte tiene una gracia y delicadeza peculiares, propios de una espíritu contemplativo, con un marcado esteticismo centrado en la figura humana. Dejó varias obras en iglesias, casas particulares y en las regiones que se hallaban bajo la influencia del Cusco como Juli, su sucesor será, otro jesuita de gran mérito, DIEGO DE LA PUENTE.
En el siglo XVIII no encontramos las destacadas personalidades artísticas de la centuria anterior. Continúa si, la influencia de la "escuela cusqueña" que inclusive, se expandió mas allá de las fronteras del Virreinato. De esta época es el gusto, ya extendido a lo largo del siglo, de "brocatear", es decir, aplicar pintura dorada sobre destellos de santidad, vestiduras y cortinajes, quizás por su mítico recuerdo del sol. El estilo mestizo fue el primer momento de lo que hoy se puede definir como un arte americano, en el sentido en que se dio un arte característico, nuevo y común desde las altas tierras del Cusco hasta las tierras de misiones de Moxos y Chiquitos con las variantes peculiares de cada región.
Las diferencias entre el simbolismo andino (basado en una concepción geométrica de la realidad) y el realismo español no permitieron una adecuada interpretación de las obras producidas antes de la llegada de los peninsulares. La tradición de la que provenían los españoles no exigía un conocimiento previo de los elementos, bastaba mirar la pintura para entender el mensaje del autor. En cambio, la tradición andina exigía un conocimiento de los símbolos que muchas veces estuvieron restringidos a un sector elite.Fue esta falta de entendimiento la que llevó a los españoles restarle importancia a las obras producidas por los andinos y lo que los condujo a destruirlos en su mayoría. Tan solo quedaron los quipus y algunos uncus con toca pus como muestra de la complejidad simbólica del mundo andino.
Las pinturas jugaron un rol importante después del primer desencuentro entre las tradiciones españolas e incaicas. Los peninsulares se dieron cuenta de este gran obstáculo y decidieron romper la falta de comunicación entre ambos grupos utilizando la pintura.
Galeria de Imágenes
Hito: UN REPRESENTANTE DESTACADO
Bernardo Bitti
Bernardo Bitti nació en Italia en 1548 y llegó a Lima en 1575 como hermano jesuita. Luego de vivir ocho años en la capital del virreinato, su actividad como pintor y religioso lo llevó a viajar por todo el sur peruano. Vivió una temporada en el Cusco, y viajó por Arequipa, La Paz y La Plata.
En todos estos lugares, Bitti dejó sus cuadros y discípulos que continuaron su obra. Por todo esto fue, sin lugar a dudas, el fundador de las escuelas pictóricas del Perú y Bolivia.
Su gran talento artístico lo convierte en el pintor principal y exclusivo de la orden jesuita. Fue un muy reconocido pintor y escultor de Sudamérica durante el siglo XVI. Aunque nunca firmó ninguno de sus cuadros, su estilo se ha vuelto inconfundible. Entre sus principales características podemos destacar el uso predominante de la línea, la mera insinuación de los volúmenes, la figura alargada al estilo manierista, la sofisticación en la postura de sus personajes, quienes están trabajados teniendo como base una línea serpentinata. En las figuras de Bitti no se aprecia el naturalismo, sino por el contrario, la ingravidez de sus telas, sus colores fantasiosos y la ausencia de diferentes texturas de sus paños (influencia del Greco y Rafael según los historiadores José de Mesa y Teresa Gisbert) responden hacia un deseo de idealización de sus figuras como se puede observar en sus Vírgenes y Santos quienes están arropados con telas de colores pasteles. A su muerte, su discípulo el jesuita Diego de la Puente (1575-1583), fue el continuador de su obra.
Pancho Fierro, consagrado como el creador del criollismo pictórico nuevo a principios del siglo XIX. Como Gil de Castro “El pintor del nuevo Perú “, cubrió las dos etapas de nuestra historia, la independencia y la república.
Fierro amaba las corridas de toros, las peleas de gallos y las jaranas con guitarra y zamacuecas. En sus retratos de la Lima, no hay amargura ni resentimiento. Prefería la gracia y la chanza sin duda “Sabe reír y sabe mirar” como señala Porras Barrenechea en sus manos escritos “la caricatura cumplió su papel cívico de acelerar el proceso de nivelación y el ansia igualitaria de los humildes”.
El talento de uno de los pintores más importantes del Perú recién empezaría a ser reconocido cuando murió un 28 de julio de 1879 a causa de una pulmonía complicada con hemiplejia. Se conservan 1200 muestras de du arte entre ellas tres oleos de los cuales el más celebre es “El montonero Escobar “pero quizá su mayor legado sea el documento risueño del a vida cotidiana limeña en un momento de cambios decisivos. Los vendedores ambulantes que marcaban la hora con du pregón, las limeñas poniéndose la saya y exhibiéndose en la calle los personajes como el Dr. Colmenares y el loco Ño Bofetada, que eran la parte esencial de la escenografía de una ciudad que estaba transformando. MEJIA, Mariza (2006) Perú 10000 años de pintura
Fuente:
Bibliografia:
Video
Biografía: Francisco Fierro Palas, nació en Lima en 1807 y murió en el 28 de julio de 1879. Fue hijo de Nicolás Fierro y de Carmen Palas, Destacado pintor peruano del siglo XIX. Reflejaría mediante sus afamadas acuarelas, la vida y costumbres del Perú. Fue un mulato de talento intuitivo, desarrollaría muy pronto su aptitud para representar sobre el papel objetos y personas. Y, en tanto que para ganar el sustento pintaba letreros comerciales y carteles de toros o moldeaba las rústicas figuras destinadas a los "nacimientos", sus mejores dotes de artista eran volcadas en acuarelas que retrataban tipos y costumbres de su época, y que han transmitido la imagen de un mundillo tan pintoresco como amable. Su técnica no es muy depurada, pero la gracia espontánea y el moderado humorismo con que presenta y amenguan sus defectos.
Por su rica tradición, Lima ha sido desde siempre objeto de especial reflexión. De ahí surge la tendencia a pasear una mirada histórica por los diferentes momentos de su pasado, desde cuando era sólo una aldea de indios hasta la actualidad, cuando el cemento amenaza destruir los más connotados recuerdos de la que fuera llamada la "Perla del Pacífico". En este atropellado cúmulo de imágenes que excitan la nostalgia por el "pasado mejor" nos detendremos en la Lima que se yergue en los días siguientes a la proclamación de la independencia y la recorreremos hasta las vísperas de la guerra con Chile, por ser la ciudad en que vivió Pancho Fierro y la que recreó en sus acuarelas con imágenes que nos permiten familiarizarnos con sus más íntimos detalles.
Características de lima entre 1821 y 1879
La vida en Lima entre los extremos cronológicos que marcan el desarrollo de la actividad artística de Pancho Fierro nos pone frente a _situaciones bien azarosas. En primer lugar, Lima es desocupada por los realistas el 6 de julio de 1821 y ocupada por los patriotas el 12 del mismo mes. La ciudad vive hasta el 28, día de la proclamación de la independencia del Perú, la euforia de la presencia del libertador San Martín y se manifiesta fervientemente revolucionaria. Sin embargo, en los meses siguientes se va enfriando el entusiasmo y se produce la reacción de los españoles, quienes amenazan la capital, y el gobierno de Riva-Agüero se ve obligado a retirarse; mientras el 16 de junio de 1823 hace su entrada triunfal el general Canterac con las tropas realistas, pero es un regreso temporal, pues año y medio más tarde, al consolidarse la victoria patriota en Ayacucho, éstos recuperan la capital y el virrey y sus seguidores sólo vuelven de paso para embarcarse en el Callao, rumbo a España, mientras Lima recibía apoteósicamente al Libertador Simón Bolívar. En septiembre de 1826 Bolívar sale del Perú y estalla la reacción antibolivariana que desemboca en la convocatoria a elecciones para congresistas y, luego de instalarse la Asamblea, se procede a constituir un gobierno peruano autónomo, con lo cual se inicia el proceso del caudillismo, que Lima vivirá con gran intensidad. La capital sería luego escenario de múltiples acciones militares. En junio de 1829 se daba el pronunciamiento del general Antonio Gutiérrez de la Fuente contra el presidente del Consejo de Estado y presidente provisorio Manuel Salazar y Baquíjano; en enero de 1834 el pueblo asumió la defensa de la presidencia interina del general Luis José de Orbegoso contra las ambiciones continuistas del general Agustín Gamarra; en 1835 se da en Lima el principal respaldo al general Felipe Santiago Salaverry, sublevado contra la autoridad provisoria del presidente Orbegoso; por Lima se produce el ingreso de la segunda expedición restauradora chilena contra la Confederación Perú Boliviana (agosto de 1838); desde Lima, igualmente, se realiza el primer intento civil de toma del poder, por acción del prefecto Domingo Elías, quien proclama la "Semana Magna", separándose del gobierno del "Director Supremo" Manuel Ignacio de Vivanco; en Lima se afianza la revolución liberal de 1854; allí también se dan las dramáticas acciones de la revolución de los hermanos Gutiérrez contra las elecciones de 1872 y el ingreso de Manuel Pardo y el Partido Civil al gobierno; y, finalmente, en lima tiene lugar el asesinato de Manuel Pardo, al ingresar al Senado, el 16 de noviembre de 1878. Desde el punto de vista social, Lima también es escenario durante esos años de una violencia manifiesta que se expresa en acciones de bandoleros, algunos de los cuales llegan a hacerse célebres por múltiples razones, como el caso del negro León Escobar, quien, en el colmo de la audacia y frente al desgobierno existente, llega a sentarse en el sillón presidencial. Igualmente hay expresiones de violencia racial y xenofóbica entre los sectores bajos, especialmente contra los inmigrantes chinos, vascos, y en determinados momentos frente a todo lo extranjero, en especial contra lo español. Así mismo, Lima mantenía una intensa vida cultural, reconocida por propios y extraños, como es el caso del liberal chileno Victoriano Lastarria, que se puede apreciar por el volumen de periódicos y revistas que aparecen simultáneamente. Algunas de estas publicaciones no tienen nada que envidiarle a sus correspondientes europeas o norteamericanas, como el segundo Mercurio Peruano, los periódicos de Felipe Pardo y Aliaga o la Revista de lima, que significaron, además, un gran esfuerzo generacional.
Durante las primeras décadas del siglo XX surgieron en Europa una serie de movimientos artísticos de revolucionaron las artes plásticas al romper con la tradición y las instituciones establecidas. En el Perú, por el contrario, como en toda América Latina, se comenzaba recién a crear espacios institucionales para el arte y a formular una tradición plástica propia.
La fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) en 1919 significa un hito importante en el proceso de institucionalización de las artes visuales en el país. La sola presencia de la escuela transformó el espacio artístico. Hasta entonces, los artistas peruanos habían trabajado aisladamente, refugiándose con frecuencia en la caricatura y en la ilustración de revistas. Daniel Hernández fue llamado a Lima a dirigir la nueva institución. La ENBA, cuyos métodos de enseñanza se basaban en los de la academia francesa, recoge también las inquietudes nacionalistas que habían sido desarrolladas desde la crítica de Teófilo Castillo. Uno de sus primeros profesores, el escultor y arquitecto español Manuel Piquera Catolí (España, 1886-Lima, 1937), diseñó la fachada del edificio en el estilo que el llamaría “neo-peruano”, combinando elementos derivados del arte precolombino y el arte colonial y para confirmar así, desde un principio, las aspiraciones nacionalistas de la ENBA. El trabajo realizado en la escuela Hernández y Piquera Cotolí seria pronto reforzado con el regreso al Perú de José Sabogal (1888-1956). En 1919, tras años de residencia en Argentina y una breve estancia en el Cusco, Sabogal presenta su primera exposición en Lima, titulada “Impresiones de Ccoscco”. Si bien se dice que la exposición de temas andinos causo gran escándalo, lo cierto es que Sabogal inicia desde entonces una carrera meteórica, que lo convierte en el primer profesor de pintura de la ENBA en 1920, en su segundo director en 1933 y en uno de los pocos artistas comerciales exitosos de la primera mitad de siglo XX. Su estética, basada en la demostración de una cierta crudeza técnica, le valió el titulo peyorativo de “pintor de lo feo”. Rayando a veces en la caricatura, sus estilizaciones figurativas condensaban las ideas de vigor y de fuerza bajo las cuales fue definido su discurso estético.
El interés que Sabogal y un número importante de seguidores suyos Camilo Blas (1903-1985), Julia Codesido (1892-1979), Enrique Camino Brent (1909-1960), Teresa Carvallo (n. 1903-1988) tuvieron por los hombres y el paisaje andino les valió el título de “Indigenistas”. El nacionalismo pictórico que difundieron desde la escuela confluyó con el indigenismo oficialista del gobierno de Augusto B. Leguía y también con proyectos más radicales de vindicación del campesinado indígena, como el de la revista Amauta de José Carlos Mariátegui, fundador del partido Socialista del Perú. Al margen de estas coincidencias, el indigenismo estuvo marcado por una pauta esteticista, muy alejada del realismo social y de la evidente politización del movimiento mexicano. Los indigenistas tampoco dirigieron su interés hacia el arte precolombino. Se volcaron, en cambio, a la búsqueda de un mundo rural, interesándose en la plástica popular de los artesanos que continuaban las tradiciones coloniales.
Bibliografías: MAJLUF, Natalia y Jorge Villacorta. Documentos: Tres decadas de fotografia en el Perú. Lima:Museo de Arte de Lima,1997.
Imágenes
Video
Hito: FERNANDO DE SZYSZLO VALDELOMAR Y EL CUBISMO
Fernando de Szyszlo Valdelomar nació en lima el 5 de julio de 1925 , tiene 84 años y es un artista plástico peruano muy reconocido,es conocido por su trabajo en pintura y escultura .Entre los artistas de vanguardia del Perú Fernando de Szyszlo Valdelomar es una de los mas reconocidos. También, fue una figura esencial en el desarrollo del arte abstracto en America Latina. Este fue una figura clave en el arte Abstracto de la Latino America de la década de mediados de los 50.Estudio en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Católica de Lima. A los 24 años viajo a Europa donde estudio las obras de los grandes maestros, en especial de Rembrandt,Tiziano y Tintoretto y aprendio las variadas influencias del cubismo, surrealismo, informalismo y abstraccionismo. Fernando de Szyszlo la primera vez que uso el termino cubismo fue en 1907, para adjetivar una obra de Braque que decía la palabra “peruano” , y se hablaba de cubisme peruvien para el caso de la obra de aquel artista debido a la relación que hizo el critico con una exposición de telas peruanas, que a la sazón se mostraron en Paris. Esto implica una semejanza de vocabulario artístico entre Braque y lo peruano, que hace aparecer al arte precolombino como adelantado y aventajado ante la vanguardia del siglo XX.
El movimiento mas significativo y trascendente de la historia de la pintura occidental desde el Renacimiento es el cubismo. Es tan significativo por lo tiene de ruptura con la estética clásica, el concepto de belleza y las nuevas formas de observar la naturaleza. Su visión del arte es tan radicalmente diferente que conmocionó todo el mundo del arte. A partir del cubismo, el concepto de arte y de belleza cambia radicalmente, nada se podrá hacer igual, y las obras anteriores se mirarán de otra forma.